El  arte colonial y la imaginería religiosa, puede ser definido como la  consecuencia cultural de una sociedad que desarrolló un proceso de asimilación  del cristianismo de las poblaciones nativas. Estas se desarrollaron a partir de  un conjunto de elementos de origen social, religioso, cultural e intelectual. 
      La  llegada de los españoles al continente trajo como resultado la implantación de  nuevos modelos de representación. Estos fueron incorporados a través de un  hombre con características medievales, su concepción se hallaba basada en la  verdad, la sabiduría como eje fundamental el cristianismo. La concepción de  belleza (Este concepto no se refiere a conceptos abstractos, sino a  experiencias concretas de la vida), provenía de una noción doctrinal puramente  inteligible.