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Revolución de Mayo de 1810 y crisis del sistema de Intendencias

 

Los sucesos revolucionarios ocurridos en mayo de 1810 en Buenos Aires repercutieron decisivamente en la carrera política de Faustino Ansay.  Este, al  seguir los instrucciones del Gobernador intendente de Córdoba y oponerse al reconocimiento de la Junta Provisional de gobierno instalada en Buenos Aires, fue tomado prisionero el 25 de julio, remitido a Buenos Aires y luego condenado a prisión a la costa patagónica, junto con sus compañeros Domingo de Torres y Harriet y Gómez de Liaño. Más tarde, los tres lograron escapar en 1812, se trasladaron a Montevideo y, desde allí,  Faustino Ansay se dirigió a Zaragoza, su tierra natal.

La instalación de la Primera Junta de Gobierno en Buenos Aires introdujo modificaciones en la organización institucional de la provincia de Mendoza, al efectivizarse un despacho enviado al Cabildo de Mendoza el 26 de julio de 1810, según el cual, afirma Comadrán Ruiz que la Junta había tenido por conveniente nombrar al cadete que fue del Real Cuerpo de Guardias de Coros, Capitán de Caballería Don José Moldes, por teniente de  Gobernador y Subdelegado de Real Hacienda de esa ciudad.

De este modo, se cumplieron los deseos expresados por el Gobernador intendente de Córdoba del Tucumán Rafael de Sobremonte, al establecerse nuevamente la función de teniente Gobernador  y además, a ella se anexó el título de Subdelegado de Real Hacienda y Guerra. Por consiguiente, se transformó en subdelegación de las cuatro causas, dando fin al período de Subdelegados de dos causas a cargo del gobierno de Mendoza; no obstante continuó con la misma consideración de provincia subdelegada  durante el período 1810-1813. Debieron pasar tres largos años para que las aspiraciones regionales fueran escuchadas y éstas se vieron cumplidas con la implementación de la Gobernación Intendencia de Cuyo, en noviembre de 1813.