El Cruce de los Andes |
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¿ Quién fue el General Gerónico Espejo? |
San Martín diseñó un plan de
invasión: el territorio chileno debía invadirse por los caminos más cortos y
con dos columnas principales debían librar la batalla decisiva a las puertas
de la capital de Chile, Santiago. Simultáneamente, para obligar al gobernador
de Con el objetivo de dividir a las
tropas enemigas, San Martín ordenó primero el avance de parte de las tropas
por los pasos de Come Caballos, Guana, Portillo y Planchón. Estos no eran los
pasos elegidos para las columnas principales, sino que los dos primeros se hallaban
al norte y los últimos al sur de los realmente seleccionados, que eran los
que ya habían sido analizados por José Antonio Álvarez Condarco, o sea, los
pasos de Uspallata y Los Patos. El 12 de enero de 1817 se inició el
Cruce de los Andes en dirección a Chile. El Ejército de los Andes contó inicialmente con 3 brigadieres, 28
jefes, 207 oficiales, 3.778 soldados, 120 barreteros de minas, 25 baquianos,
47 miembros de sanidad, 16 piezas de artillería, 15 empleados civiles, 1.600
caballos extras y 9.281 mulas. Columna de San Martín
El grueso del ejército al mando del
propio jefe de la expedición, el general San Martín, tomó la ruta llamada
corrientemente Paso de Los Patos. El cuerpo estaba formado por la
vanguardia al mando del brigadier mayor Estanislao Soler, el centro al mando
de Bernardo O'Higgins, la escolta de
granaderos al mando de Mariano
Necochea y la retaguardia al mando del Pedro Regalado de El cuerpo abrió la marcha desde El
Plumerillo el 19 de enero de 1817, tomó por Jagüel, Yalguaraz,
Río de los Patos, salvó el alto cordón del Espinacito por el paso homónimo,
situado a El 2 de febrero de 1817 inició el
paso de la cadena limítrofe por el Paso de las Llaretas. Esta columna tropezó
con las mayores dificultades, pues fue preciso escalar cuatro cordilleras.
Soler que iba adelante logró las victorias de Achupallas (4 de febrero de
1817) y Las Coimas (7 de febrero de 1817). Al día siguiente ingresaron en San
Felipe. Columna de Las Heras
El avance por el Paso de Uspallata y
el valle del Río Mendoza, se inició el 18 de enero de 1817, conduciendo todo
el parque y la artillería, cuyo transporte era imposible por el más escabroso
paso de Los Patos. A cargo de las tropas de 800 hombres,
se hallaba Juan Gregorio de Las Heras, siendo su segundo el mayor Enrique
Martínez. Entre los hombres destacados que lo acompañaban, cabe destacar al
fray Luis Beltrán. Tras vencer en los combates de Picheuta,
Combate de Potrerillos y Guardia Vieja, pudieron ingresar en Santa Rosa de
los Andes, el día 8 de febrero de 1817. En la misma fecha, se produjo la
reunión con la división principal que el día anterior había salido victoriosa
en la acción de Las Coimas. Las dos debían reunirse en el valle
del Aconcagua, mientras que efectivos menores dispersaban las fuerzas
enemigas, induciéndolas a engaño respecto del avance de la agrupación
principal. Columna de Cabot
La columna del teniente coronel Juan
Manuel Cabot salió de San Juan el 12 de enero de 1817 y tuvo por objetivo
tomar Columna de Freire
Finalmente, por el paso del Planchón
pasó la fuerza del teniente coronel chileno Ramón Freire, quien partió el 14
de enero de 1817 desde Mendoza, siguió por el camino de Luján, San Carlos y
San Rafael, llegando el 1 de febrero al paso del Planchón por el que franqueó
la cordillera. Su objetivo consistió en tomar las ciudades de Talca y Curicó,
a unos Columna de Zelada
Por el extremo norte, el ejército de
Belgrano cooperó con un contingente dirigido por el teniente coronel
Francisco Zelada, siendo su segundo el capitán Nicolás Dávila. El 5 de enero
salieron de Guandacol, desde donde pasaron a Columna de Lemos
El destacamento del capitán José
León Lemos fue el último en partir y el más pequeño, sólo lo integraron 25
soldados del cuerpo de blandengues y 30 milicianos del sur de la provincia de
Mendoza. Su misión consistió en cruzar a Chile y sorprender a la guardia del
fuerte de San Gabriel; este ataque haría pensar que el grueso de la ofensiva
podría llegar por allí y que el destacamento de Lemos sería sólo la
vanguardia de un ejército mayor. |