En líneas generales, podemos decir que el relieve de nuestra provincia reconoce tres grandes estructuras:
- Las montañas en el oeste.
- Las planicies y depresiones en el centro y este.
- Las mesetas y volcanes de la Payunia o ambiente de la Patagonia mendocina, penetrando como una cuña en el sur.
De los cordones montañosos existentes, el más importante es el de la franja que corresponde a los Andes centrales. La distinción en esta estructura de cordillera frontal o principal, precordillera y piedemonte, nos permite poseer un conocimiento más fino del ambiente, de sus recursos, de sus características. La cordillera frontal posee los picos más altos de América, como es el caso del Cerro Aconcagua y sus 6954 m.s.n.m. la precordillera, cuya mayor altura alcanza los 3.500 m., fue y es escenario de ocupaciones humanas muy antiguas en la región, por la variada oferta de recursos naturales y económicos, tanto de origen vegetal como animal. El piedemonte es un área de transición a las planicies y valles, también intensamente ocupada y transitada.
Las planicies y depresiones en el centro y este de la zona, son los espacios que presentan mayor concentración demográfica, tanto en tiempos aborígenes, como coloniales, recordemos la fundación de Mendoza en el valle o depresión del Mendoza-Tulumaya o depresión del norte, así como la lenta configuración de lo que llamamos actualmente Oasis agrícola norte.